
Todos y todas entendemos que fue difícil para el resto de la familia, de la sociedad, poder comprendernos primero cuando elegimos amar a alguien del mismo sexo y posteriormente, fruto de ese amor, planificar tener un hijo...
A diario nos enfrentamos con diferentes desafíos, alegrías, angustias, babas de bebés, chupetes, rayones en las paredes, preguntas inquisidoras, risas, cuestionamientos, docentes ávidas de conocer nuestra realidad...
Algo cambió hace menos de un año, ya no estamos solos, todo aquello que pase, podemos compartirlo entre amigos y esa incertidumbre que a veces trata de instalar el mundo, se hace casi imperceptible.
¡Invitamos a todos los que quieran sumarse!